No paran.
Mamy ya está en "modo patinaje", es decir, camina arrastrando los pies porque nunca se sabe de dónde va a salir una gatita que puedes pisar. Escalan a las estanterías y por las piernas, son como velcros, las medias ya no son una opción, sólo jeans.
La más traviesa y la que primero realiza sus azañas sigue siendo Calabacita, que luego se las enseña a sus hermanas, está tan interesada en explorar que sigue siendo la más menudita porque cuando regresa a la caja está tan cansada que se queda dormida en cuanto se engancha a la tetita de su mamy, y claro ahí está el gordo de Leoncete que no pierde ripio en empujarla y hacer monopolio pezonil, parece el más formal pero en realidad es el más perezoso. Ya todos comen un poquito de pienso remojado en leche.
Calabacita también ha aprendido a ir al arenero, es la más ágil y la que primero salta de la caja en cuanto entramos al despacho de mamy que ahora ha pasado de ser la maternidad para ser la guardería.
Alguna más patosa, Catwoman, se pega porrazos y sacude la cabeza como espantando los pajarillos y las estrellas.
