Crecen y Crecen y Vuelven a Crecer!!

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Mis "cacharritos", dice mamy que son unos mamoncetes y que me tienen escuálida, a mi me gusta mucho que hayan nacido, ahora como ¡¡¡tres veces al día!!! claro que, bastante deprisa porque el resto del tiempo me lo paso tumbada boca arriba mientras ellos chup, chup, chup, chupetean y lloran un poquito si se desorientan por la cuna. Están así de guapos:
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Aquí estan de izquierda a derecha: chica, chico, chico, chica y chica.
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Y aquí Vaquita y Canela chupando plano:
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Nueva Versión del Portal

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Jesusito, la Virgen María, San José una vaca y un buey; Os desena feliz Navidad!!!
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Mis Cachorros

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Esta mañana me he puesto de parto, mamy todavía no se cree que no sepa contar y le viniera todo precipitado, pero está tan feliz como yo.
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Como podéis ver Mendel ha hecho de las suyas:
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Han sido cinco, todavía no ha mirado mamy cuántos varones y cuántas hembras. Yo lo he hecho todo sola, mamy sólo se ha dedicado a limpiar, cambiar empapadores y vigilar por si no me lo sabía todo, pero sí, me lo sabía todo, les he sacado de sus bolsas, les he cortado el cordón y los he orientado para que fueran a las margaritas a comer!!

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Cosas Nuevas

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Este es mi nuevo jersey:
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Estas son mis nuevas y flamantes margaritas:
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Corre Ve y Dile

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Dice mamy, que si bien el soneto que va a continuación, no es perfecto académicamente hablando... Tendremos que preguntar a Venan, que para eso es el experto, si entra dentro de la categoría de los polimétricos... En fin, bien vale el mérito de haberlo escrito así, a bote pronto:
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Querido, los sonetos le despistan,
al punto que no sé si le conozco,
pues que el del Campo Abierto se repliegue,
no pasa inadvertido entre mortales.

El día se merece estar en rojo
en nuestro calendario familiar
que aunque, por razones, ya estuviera,
jamás pensé que esto se iba a dar.

Con esto a los tercetos ya llegamos,
no es cosa baladí, que le ando al paso,
y tengo preceptor que me vigila.

Mantenga, ahora la palabra dada,
y escríbame un poema, de los otros,
de los de amor, aquel, que que yo esperaba.
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Daddy

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Aunque nunca hablo de él, también tengo daddy, es este señor. Daddy es serio y me regaña, me llama cochina cuando se me escapa algo. Daddy, para sorpresa de mamy y mía, por una vez y sin que sirva de precedente ¡¡¡no ha tenido razón!!!. Hoy daddy, cuando mamy dijo que había hecho una entrada de sonetos, se la leyó e increpó a mamy diciéndo que un epigraba bien pordría ser un soneto, mamy, como iba con prisas, le dio dos o tres razones literarias argumentadas "a su manera" con ejemplos y se largó a comprarme un jersey. A la vuelta mamy se encontró esto en su correo:
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Definiste epigrama a tu manera
diciendo del soneto que es más largo,
–catorce versos, ves que me hago cargo–,
de más en composición tan ligera.

Y dices bien, ¡pardiez!, aunque no quiera
venir a darte razón. Sin embargo,
ha de ser para mí un trago amargo
dejar al dios del epigrama fuera.

Nos regala Quevedo sus sonetos
de catorce estocadas bien urdidas
y no son epigramas obsoletos.

Por contra –digo yo– que son partidas
venidas en el tiempo en amuletos
de duras experiencias ya vividas.
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Cuarteto, Cuarteto, Terceto, Terceto

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A mamy, el Soneto, después del Epigrama, le parece la fórmula poética perfecta, sobre todo el SONETO, que, así en mayúsculas para mamy es, como no puede ser de otra manera, el de nuestro Siglo de Oro.
El pasado domingo, cuando mamy supo que Venan tenía escrito un soneto para hacer membrillo, que en su día dedicó a un amigo argentino, mamy se puso cansina para que Venan se lo enviara. Con permiso de Venan, ahí va:
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CARNE DE MEMBRILLO PARA JUAN JOSÉ

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Cortá en trozos las doradas frutas
perfumadas. Limpiáles las entrañas
de madera, semillas y de extrañas
criaturas golosas, ciegas, brutas.
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Herví las limpias lonchas impolutas,
en la olla a presión, tal las castañas.
Que ablanden. Escurrílas presto y añas-
dí azúcar. Batílas como a putas
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en cuaresma. Con brío hacé la pasta
que lentamente se remueve al fuego
y toma luz de miel o rubia plasta.
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Remové sin parar el dulce, y luego
probá si está espesito. Si es de casta
comélo paso, pues estriñe un huevo.
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