sábado, 24 de marzo de 2012

Maternidad. Lo Natural y Otras Modas.

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La mayoría de los lectores de Babu, que lo son de Molinos, sólo con leer el título sabrán a qué nos estamos refiriendo. Y es que, sin pretenderlo, he ido observando a los largo de toda la crianza de Babu, las pautas que, las personas con cierto sentido común vienen utilizando en la crianza de los cachorros humanos. Por lo que, a pesar de la pereza que me daba escribir, no me ha quedado  más remedio que, desde aquí, hacer llegar este guiño de complicidad lleno de razón a Molinos y todas las madres humanas que, a pesar de las malas palabras de las feminazis y demás extremistas maternales, nos hacen participes bien con sus relatos, bien con sus pequeños comentarios de ánimo de lo dificultoso que resulta criar cachorros humanos como se ha hecho toda la vida, con naturalidad realista y sin pensar, que, han descubierto la cuadratura del círculo.
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Babu tuvo un parto natural, ella misma prefirió no meterse en la bañera a pesar de tenerla a mano. Se comió la placenta de sus cinco cachorros y les cortó el cordón umbilical con los dientes, ¡¡a ver dónde coño están esas madres naturales!! Posteriormente yo les di betadine a cada uno en su cicatriz para, en todo caso,  impedir cualquier infección que anduviera al acecho. En las tres semanas posteriores Babu, amamantó a sus cachorritos cada tres horas de reloj, entre tiempos de teta, estimulación de esfínteres con ingesta de deshechos y aseo de cada uno de ellos, siesta de los niños -que Babu aprovechaba pidiéndome fervorosamente paseo y juegos- y vuelta a empezar. Inagotable mi chicarrona!! Transcurridas las tres primeras semanas, cambió las pautas y comenzó a amantarlos cuatro veces al día, es decir, cada seis horas y una semana después que los cachorros ya hacían tres tomas de pienso humedecido, tres de tetita, pero sólo unos chupeteos después del pienso y ya no dormía con ellos, sólo iba a su cuna para comprobar como estaba todo, a lo largo de las dos semanas siguientes fue acortando el suministro teteril y después de las ocho semanas, Babu empezó a regañarlos cuando, golosones, se acercaban a la teta, en tres o cuatro días los cacharritos, dejaron de mamar.
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Por supuesto, nuestros cachorros han sido desparasitados desde la 2ª semana de vida y vacunados, según el calendario de nuestra comunidad autónoma, desde la 7ª, aquí, por el frío, nuestro veterinario prefiere administrar antes que la trivalente, la parvo y realmente me dio mucho que pensar el día que cargué a todos los pequeñajos en el carrito de la compra para ir a ponérsela. El relato que nos hizo F. nuestro vitirinario sobre como, ante la petición de asociaciones de ayuda a países del tercer mundo, los laboratorios donan cantidad de vacunas de parvovirosis para vacunación en humanos para el sarampión, puesto que al parecer, el virus es bastante parecido y llega esta vacuna a proteger con bastante eficacia ataques virulentos de la afección humana. Da bastante que pensar que, padres absolutamente egoístas con el resto de niños que se relacionan con los suyos e irresponsables con los propios tengan la suerte de vivir cubiertos por estas garantías sanitarias y prefieran pensar en ficticias conspiraciones farmacéuticas.
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En fin, para mi, ha quedado suficientemente claro con el comportamiento natural de Babu que, la disciplina en la crianza, sin duda, es imprescindible. Para malcriar han estado y estamos de toda la vida los abuelos, sólo hay que ver a los dos pequeñajos que todavía tengo en casa; En cuanto Babu los regaña mordisqueándoles el morrete, bien por molestar a Hooker, bien por salirse de la cocina cuando yo les estoy diciendo que no, vienen corriendo corriendo debajo de mis faldas a quejarse de las regañinas de su mamy poniéndome ojitos y lanzando lastimeros aulliditos que, en cuanto les paso la mano por el lomete o les pongo voz tontorrona de penita, se transforman en alegres coleteos y asaltos a mis piernas.
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