viernes, 27 de mayo de 2016

Adolescentes



3 comentarios:

pseudosocióloga dijo...

Aquí pondría el emoticono de la carita llorando de risa.

Fernando dijo...

Ooooooh¡¡¡¡

Gracias por compartir con nosotros este momento de intimidad familiar, Babu.

¿Al final bajaron o no?

Es curioso. Unos gatos recién nacidos ya saben subirse a los árboles (espero que también bajar) y hay humanos con 25 0 30 años que aún no saben ni llegar a la primera rama.

Babunita dijo...

Pseudo, ¡es cierto! y nos proporcionan un montón de oportunidades de utilizarlo, por ejemplo, esta mañana a las 8, los he visto desde la ventana de la cocina irse en comandita a un rincón del seto del vecino donde da el sol a esa hora con tal mala suerte que, llegó el panadero anunciando su presencia a todo claxón ¡si los llegas a ver correr de vuelta a casa atravesando nuestro jardín como una manada ñues huyendo de los cocodrilos, se te lesiona el dedo gordo de darle al emotoicono!

Fernando, de nada.
Ese día, que era el primero que subieron, a Leoncete/Tolai, lo tuvo que bajar mamy ante su indecisión y el estrés que sufría su Edith, su mamá al estar pendiente de él y de sus hermanas que ya estaban en otra travesura, pero desde entonces todos suben y bajan con agilidad.